DÍA DE MI MAMI

De esas cosas te das cuenta con el paso de los años...

Cuando eres pequeña, de forma silenciosa y sin que te des cuenta, te va impregnando de un montón de cosas...
Recuerdo cuando nos ponía el reloj encima de la mesa para poder terminar a tiempo...
Recuerdo cuando jugábamos al parque y se asomaba en la barandilla de las escaleras para llamarnos a comer...
Recuerdo cómo no cedió a nuestros caprichos infantiles de vaqueros de moda y deportivas "guay"...

Cada día la ves cómo se levanta temprano y, sin rechistar, hace y deshace para que todo esté bien... para que llegues a casa y puedas comer... para que abras la nevera y encuentres tu yogur favorito (que por supuesto ella sabe cual es. El tuyo y el de todos)...
Para que tu ropa aparezca en el armario, en los cajones, con olor a limpio y sin una arrugas...

"mamá... dónde está la cinta del pelo que me llevo al gimnasio?"... y ella responde... "mira a ver si está en el segundo cajón de tu habitación, debajo de la camiseta verde"...
Y vas y está...

"Cariñoooooo... no encuentro las gafas, tú sabes dónde están?"... y ella... "a ver si van a estar dónde siempre"... y claro, ahí están...

Y de todo eso y más no te das cuenta hasta que un día cierras la puerta de casa, porque te vas a la tuya...
Y ves todo el esfuerzo que supone el tener todo hecho, el llevar una casa, el tener las cosas preparadas...
Y ves todo el cariño que puso (y pone) en todo lo que hizo (y hace) por todos... incluso con ese reloj encima de la mesa...

Y ahora que estoy lejos... me encantaría tenerla cerca para comerla a abrazos y besos y decirla que la quiero como no se imagina...

Te quiero...